Actualitat

21st October
2011
written by FiscalitatJusta

Vicenç Navarro, revista digital SISTEMA, 21 de octubre 2011

El New York Times ha ido publicando una serie de artículos sobre Emilio Botín, presentado por tal rotativo como el banquero más influyente de España, y Presidente del Banco de Santander, que tienen inversiones financieras de gran peso en Brasil, en Gran Bretaña y en Estados Unidos, además de en España. En EEUU el Banco de Santander es propietario de Sovereign Bank.

Lo que le interesa al rotativo estadounidense no es, sin embargo, el comportamiento bancario del Santander, sino el de su Presidente y el de su familia, así como su enorme influencia política y mediática en España. Un indicador de esto último es que ninguno de los cinco rotativos más importantes del país ha citado o hecho comentarios sobre esta serie de artículos en el diario más influyente de EEUU y uno de los más influyentes del mundo. Es de suponer que si se escribieran artículos semejantes, por ejemplo, sobre el Presidente Zapatero, tales reportajes serían noticia. No así en el caso Emilio Botín.

Una discusión importante de tales artículos es el ocultamiento por parte de Emilio Botín y de su familia de unas cuentas secretas establecidas desde la Guerra Civil en la banca suiza HSBC. Por lo visto, en las cuentas de tal banco había 2.000 millones de euros que nunca se habían declarado a las autoridades tributarias del Estado español. Pero, un empleado de tal banco suizo, despechado por el maltrato recibido por tal banco, decidió publicar los nombres de las personas que depositaban su dinero en dicha banca suiza, sin nunca declararlo en sus propios países. Entre ellos había nada menos que 569 españoles, incluyendo a Emilio Botín y su familia, con grandes nombres de la vida política y empresarial (entre ellos, por cierto, el padre del President de la Generalitat, el Sr. Artur Mas).

Según el New York Times, esta práctica es muy común entre las grandes familias, las grandes empresas y la gran banca. El fraude fiscal en estos sectores es enorme. Según la propia Agencia Tributaria española, el 74% del fraude fiscal se centra en estos grupos, con un total de 44.000 millones de euros que el Estado español (incluido el central y los autonómicos) no ingresa. Esta cantidad, por cierto, casi alcanza la cifra del déficit de gasto público social de España respecto la media de la UE-15 (66.000 millones de euros), es decir, el gasto que España debería gastarse en su Estado del Bienestar (sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios a personas con dependencia, y otros) por el nivel de desarrollo económico que tiene y que no se gasta porque el Estado no recoge tales fondos. Y una de las causas de que no se recojan es precisamente el fraude fiscal realizado por estos colectivos citados en el New York Times. El resultado de su influencia es que el Estado no se atreve a recogerlos. En realidad, la gran mayoría de investigaciones de fraude fiscal de la Agencia Tributaria se centra en los autónomos y profesionales liberales, cuyo fraude fiscal representa –según los técnicos de la Agencia Tributaria del Estado español- sólo el 8% del fraude fiscal total.

Es también conocida la intervención de autoridades públicas para proteger al Sr. Emilio Botín de las pesquisas de la propia Agencia Tributaria. El caso más conocido es la gestión realizada por la ex Vicepresidenta del Gobierno español, la Sra. De la Vega, para interrumpir una de tales investigaciones. Pero el Sr. Botín no es el único. Como señala el New York Times, hace dos años, César Alierta, presidente de Telefónica, que estaba siendo investigado, dejó de estarlo. Como escribe el New York Times con cierta ironía, “el Tribunal desistió de continuar estudiando el caso porque, según el juez, ya había pasado demasiado tiempo entre el momento de los hechos y su presentación al tribunal”. Una medida que juega a favor de los fraudulentos es la ineficacia del Estado así como su temor a realizar la investigación. Fue nada menos que el Presidente del Gobierno español, el Sr. José Mª Aznar, que en un momento de franqueza admitió que “los ricos no pagan impuestos en España”.

Tal tolerancia por parte del Estado con el fraude fiscal de los súper ricos se justifica con el argumento de que, aún cuando no pagan impuestos, las consecuencias de ello son limitadas porque son pocos. El Presidente de la Generalitat de Catalunya, el Sr. Artur Mas, ha indicado que la subida de impuestos de los ricos y súper ricos tiene más un valor testimonial que práctico, pues su número es escaso. La solidez de tal argumento, sin embargo, es nula. En realidad, alcanza niveles de frivolidad. Ignora la enorme concentración de las rentas y de la propiedad existente en España (y en Catalunya), uno de los países donde las desigualdades sociales son mayores y el impacto redistributivo del Estado es menor. Los 44.000 millones de euros al año que no se recaudan de los súper ricos por parte del Estado hubieran evitado los enormes recortes de gasto público social que el Estado español está hoy realizando.

Pero otra observación que hace el New York Times sobre el fraude fiscal y la banca es el silencio que existe en los medios de información sobre tal fraude fiscal. Tal rotativo cita a Salvador Arancibia, un periodista de temas financieros en Madrid, que trabajó para el Banco Santander, que señala como causas de este silencio el hecho de que el Banco Santander gasta mucho dinero en anuncios comerciales, siendo la banca uno de los sectores más importantes en la financiación de los medios, no sólo comprando espacio de anuncios comerciales, sino también proveyendo créditos –aclara el Sr. Salvador Arancibia- “….medidas de enorme importancia en un momento como el actual, donde los medios están en una situación financiera muy delicada”. De ahí que tenga que agradecer al diario que se atreva a publicarlo, porque hoy, artículos como los que publica el New York Times y el mío propio, no tienen fácil publicación en nuestro país. Es lo que llaman “libertad de prensa”.

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15th October
2011
written by FiscalitatJusta

Josep Lluís Núñez fou investit ‘faraó’ al número 58 de Carrer, un títol honorífic que,
a l’hora de la veritat, no li ha servit de res: després d’un llarg judici -gairebé tan llarg
com la construcció d’una piràmide!- un jutge l’ha condemnat a sis anys de presó per

suborn a un funcionari. L’acompanyen el seu fill i un directiu de Núñez i Navarro

Carrer, 120, FAVB |  NIN PÉREZ-VILLACRÉS

Josep Lluís Núñez Clemente, president del grup immobiliari Núñez i Navarro i expresident del F. C. Barcelona, ha passat més d’una temporadeta a la cambra fosca de Carrer. Però ara la cosa va de debò: l’Audiència de Barcelona el va condemnar el passat 28 de juliol a sis anys de presó per suborn a un funcionari i falsedat documental en el cas de corrupció a Hisenda de Barcelona durant els anys noranta.
Un fill del faraó, Josep Lluís Núñez Navarro -Núñez II?-, ha estat condemnat a idèntica pena que son pare i que Salvador Sánchez Guiu, mà dreta de la família Núñez i director econòmic financer del seu imperi empresarial. El clan també haurà de fer front a diverses multes, tres d’elles, de més de dos milions d’euros.
Es tracta d’una sentència exemplar, amb 14 condemnats i penes de fins a 13 anys de presó. El procés del cas Hisenda -el mateix que va acabar amb la carrera política del socialista Josep Borrell- ha estat, de fet, el més llarg mai vist a Catalunya: es va iniciar el 1999 i han calgut deu anys d’investigació al jutjat d’instrucció, nou mesos de judici -del setembre del 2009 al juny del 2010- i més d’un any per redactar una sentència de 729 folis. En total, 12 anys, una durada que sobta si es compara amb la d’altres casos d’entitat: el procés de l’11-M -amb 191 morts al darrere- va durar menys de cinc anys.
Especialment significatives són les penes imposades a quatre funcionaris d’Hisenda, aquells que exigien al ciutadà allò que no complien ells mateixos. N’han sortit escaldats l’excap d’Hisenda a Catalunya, Josep Maria Huguet (13 anys de presó), i els inspectors Álvaro Pernas (12 anys), Manuel Abella (11 anys) i Roger Bergua (9 anys). També han estat condemnats -entre d’altres- l’advocat i exassessor del Grupo Torras, Joan Josep Folchi (7 anys i 6 mesos), el que fou assessor fiscal personal del molt honorable Jordi Pujol, Juan Antonio Sánchez Carrete (2 anys), i el propietari de la immobiliària Ibusa, Eduardo Bueno (2 anys).
La xarxa corrupta -una de les més grans descobertes a Catalunya- implicava treballadors d’Hisenda, empresaris i assessors legals i fiscals. Els funcionaris falsejaven les actes de les inspeccions fetes a diverses empreses de Barcelona a canvi de diners o habitatges a bon preu. Abella i Bergua, per exemple, van rebre dels Núñez habitatges a preus inferiors als de mercat. Els empresaris “els facilitaven onerosament i graciosament les gestions d’adquisició i pagaments d’impostos i hipoteques [...] i diners en efectiu per fer front al pagament de la hipoteca que van constituir”, diu la sentència. Els Núñez es van estalviar 13 milions d’euros en impostos gràcies a un milió en prebendes.
Aquest era el modus operandi. I no sembla que n’estiguin penedits: al seu lloc web, diuen que el grup “mantindrà la seva línia de treball, fidels a una trajectòria de més de cinquanta anys”.

Hora de fer justícia

Cruyffistes al marge, els que més s’han alegrat de la condemna del Chanflanero han estat, probablement, aquells que l’han patit al llarg d’aquests “més de cinquanta anys”: els que van invertir 17 anys de la seva vida en impedir que la casa Golferichs -una joia del modernisme barceloní- anés a terra;  els qui no van poder evitar la tragèdia en els casos de la casa Trinxet i la casa Ravella; o aquells que lluiten encara per salvar l’edifici històric de la Rotonda. També els veïns de les Corts: amb Núñez com a president culer, es va començar a parlar de la requalificació del Miniestadi, el polèmic projecte Barça 2000. Núñez va arribar a implicar llavors els veïns en el negoci de la prostitució!
L’actuació del rei -o el botxí- dels xamfrans de l’Eixample ha estat sovint només reprovable des d’un punt de vista moral. En d’altres ocasions -moltes-, els jutges han hagut de dirimir entre els interessos de la constructora i els dels seus oponents: els veïns i, en comptades ocasions, l’Ajuntament, que, tanmateix, s’ha prestat sovint al joc d’intercanvi de cromos, en el qual Núñez ha esdevingut tot un expert: “us dono aquest solar si em deixeu construir en aquesta zona verda”. Però la condemna pel cas Hisenda no ha estat la primera per al president: el 1976, el Jutjat Especial de Delictes Monetaris el va condemnar com a “autor penalment responsable d’un delicte consumat de contraban monetari de 6 milions de pessetes”. Poca cosa, si es compara amb la sentència actual.
Segons els experts, és poc probable que el faraó arribi a dormir entre reixes: té 80 anys i se li aplicaria un tercer grau molt suau.
Però de les sancions econòmiques és difícil que se’n salvi. I potser són aquestes -les que li toquen la butxaca- les que més mal li fan.
Caldrà, això sí, que els jutges es posin les piles, ja que el procés encara no ha acabat: la resolució dels recursos trigarà, com a mínim, un any i mig. De moment, Núñez I i Núñez II han entregat els seus passaports i s’han de presentar cada quinze dies al jutjat. Si el Barça arriba a la final de Munic, ¿la veuran des de casa? S’accepten apostes.

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28th September
2011
written by FiscalitatJusta

Gestha, 28/09/2011
Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) apoyan la creación de la tasa a las transacciones financieras propuesta este miércoles por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ya que esta medida contribuiría a reducir la especulación de los mercados financieros sin desalentar la inversión.

El colectivo considera que el impacto de la tasa sobre cada transacción individual sería “muy bajo”, pero en su conjunto dispondría de un gran potencial recaudatorio con el que los países miembros de la Unión Europea podrían solventar parte de sus problemas de déficit.

Asimismo, recalcan la importancia de que la propuesta final se haga extensible a los mercados de divisas, dado que actualmente constituyen “uno de los principales focos especulativos”. En este sentido, no comparten la opinión de la Comisión de que la nueva tasa puede ser incompatible con la libre circulación de capitales de la UE, pues una cosa es que los capitales se muevan libremente, y otra que tengan que pagar o no impuestos.

Finalmente, Gestha considera necesario ampliar el hecho imponible de esta tasa a los valores objeto de la transacción, impidiendo así la deslocalización de las actividades financieras para eludir el pago.

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15th September
2011
written by FiscalitatJusta

Las grandes fortunas españolas se desmarcan de la iniciativa de sus homólogos de pagar más

Oficialmente, apenas hay multimillonarios y gozan de una tributación muy ventajosa

EL PAÍS

Madrid 15 SEP 2011 – 21:10 CET

Imaginen que se juntan en una cena el banquero Emilio Botín, el dueño de Zara, Amancio Ortega, y la duquesa de Alba y deciden convocar a sus pares, las mayores fortunas de España, para presentarles una propuesta singular: dirigirse al unísono al Gobierno para pedirle que les suba los impuestos y ayudar así al país a salir de la crisis. Esta fábula del mundo al revés no ha sucedido en España, ni tiene visos de que ocurra, pero no es una licencia literaria: multimillonarios franceses, alemanes y estadounidenses han entendido que el patriotismo en momentos de recesión pasa por que paguen más los que más tienen y han reclamado a los políticos un aumento de la fiscalidad.

Y algunos Gobiernos han recogido el guante. En Francia, Alemania, Italia, Irlanda y EE UU ya están preparando reformas para elevar la presión fiscal a los que más ganan o imponer impuestos especiales a las grandes fortunas. Curiosamente, muchos de esos Gobiernos tienen color conservador. Otros Ejecutivos, como el de José Luis Rodríguez Zapatero, que se definen de izquierdas, han desistido de aplicar estas recetas, y optaron por subidas fiscales indiscriminadas a través de impuestos indirectos como el IVA, como vía para aumentar la recaudación.

Esa política está siendo cuestionada desde las propias filas socialistas. El candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, promete llevar en el programa electoral un impuesto especial de fortunas, y ha forzado a que el Gobierno rescate el impuesto del patrimonio como reclamo a dos meses de las elecciones. El PP cree que con esas recetas solo se conseguirá más paro y no apoya ningún impuesto para ricos.

Economistas, politólogos, sociólogos y expertos en general no se ponen de acuerdo en la justificación de ese ansia solidaria de los más poderosos. Algunos apuntan a que detrás de esa petición de que les suban los impuestos hay un mero efecto cosmético de cara a mejorar su imagen ante la opinión pública, que contempla impotente como recaen, una tras otra, todas las plagas de la crisis (paro, desahucios, encarecimiento de servicios esenciales…) mientras una casta privilegiada sigue cobrando sueldos y bonus estratosféricos o incluso se beneficia de las ayudas públicas.

“Nuestros ricos no son solo menos solidarios, aunque solo fuera por un sentido de la estética de la justicia, sino que posiblemente tienen más cosas que esconder. Aquí la ciudadanía se conformaría no con que se les gravara más sino con que declararan lo que les corresponde”, dice Juan Torres, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla.

El fogonazo de los plutócratas lo daba el multimillonario estadounidense Warren Buffett, reclamando más impuestos para él y los suyos. “Los ricos siempre van a decirnos: dadnos más dinero y gastaremos más y todo esto repercutirá para bien en todos vosotros. Pero esto no ha funcionado en los últimos 10 años, y espero que los estadounidenses se hayan dado cuenta”.

La revista Forbes, en su última lista de 1.210 multimillonarios correspondiente a 2010, incluye 15 fortunas españolas. En conjunto suman 63.000 millones de dólares (unos 45.300 millones de euros). Ninguno de ellos ha manifestado públicamente su disposición a pagar más al Estado.

El gesto más audaz ha sido el de Rosalía Mera, dueña del 6,9% de Inditex (Zara), que dijo comprender las razones de la protesta de los indignados del 15-M. El Consejo Empresarial para la Competitividad, que reúne a los gestores de grandes empresas (César Alierta, Isidro Fainé, Emilio Botín, José Manuel Entrecanales, Isak Andic, Isidoro Álvarez, Leopoldo Rodés, Simón Pedro Barceló, etcétera), ni siquiera ha incluido el tema en el orden del día de sus discusiones, aunque sí ha aplaudido otras decisiones como imponer un límite de gasto en la Constitución.

“El tema de una tributación especial para ricos esconde otro debate más profundo, que es el nivel de la presión fiscal que es necesario tener para gozar de los servicios públicos de calidad como los de Alemania u Holanda, por ejemplo. España siempre ha sido un país con un gran fraude y una presión fiscal baja. Y eso da una sensación de que el grueso de la carga cae sobre la clase media, que está injustamente distribuida, y que los más ricos poseen mecanismos de evasión a su alcance”, afirma Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la UAB.

Algunos ricos nacionales no solo no piden pagar más sino que intentan evadir sus obligaciones fiscales. En mayo de 2010, las autoridades francesas informaron de que 3.000 fortunas españolas estaban en la lista de personas con cuentas secretas en Suiza que había filtrado Hervé Falciani, un empleado despechado del banco suizo HSBC. Entre ellas aparecía Emilio Botín, presidente del Banco Santander, su hermano Jaime Botín, y los cinco hijos que tienen cada uno de ellos. A petición de la Agencia Tributaria, los denunciados procedieron a la presentación de las declaraciones de entre 2005 y 2009 de los bienes no declarados y abonaron 200 millones de euros. No obstante, la Audiencia Nacional tramita una denuncia por la presunta comisión de delitos de fraude contra la Hacienda Pública y falsedad documental.

En España, el problema no es tanto que los ricos paguen poco, sino que oficialmente casi no hay ricos. Según los últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria con el balance de la Declaración del IRPF de 2009, únicamente 6.829 contribuyentes declararon ganar más de 601.000 euros (tramo superior) ese año, lo que supone solo un 0,035% del total de declaraciones (19.315.353). Una cifra tan baja de sueldos millonarios es poco creíble si se compara con otros estudios y estadísticas. Baste decir que solo el número de miembros de la alta dirección de las 35 compañías del Ibex ascendía a 513 y su retribución media fue de 754.000 euros.

La edición del Informe sobre la Riqueza en el Mundo de 2009, que elaboran cada año Merrill y Capgemini, reveló que el número de particulares con patrimonios elevados en España, entendidos por tales a los que poseen más de un millón de dólares (700.000 euros) en activos líquidos (excluyendo primera vivienda y consumibles) era de 143.000 en 2009, un 12,5% más que el año anterior. De hecho, el informe reconoce que España es el duodécimo país del mundo con más “individuos de valor neto elevado” (High Net Worth Individuals). ¿Dónde se esconden estos potentados? ¿Dónde están los 134.000 ricos que faltan si se compara ese estudio con los datos de la Agencia Tributaria?

La respuesta es doble: los ricos españoles gozan de facilidades para esconder su riqueza al fisco (en algunos casos incurriendo en fraude), y los que no lo hacen buscan fórmulas mucho más ventajosas de tributación que el IRPF que rige para el común de los contribuyentes y asalariados, bien creando sociedades que gestionen su patrimonio o a través de las Sicav, unos vehículos de inversión que emplean casi todas las grandes fortunas españolas para agrupar sus inversiones.

Elijan el instrumento que elijan, los sucesivos Gobiernos de PP y PSOE han coincidido en rebajarles la carga fiscal a los ricos con deducciones, bonificaciones y excepciones. Así, el gravamen del IRPF para las rentas más altas es del 45%, aunque el tipo efectivo, lo que realmente pagan sobre su renta, es del 30,8%, desde el más del 40% que pagaban una década atrás. Por su parte, el tipo medio del Impuesto sobre Sociedades para el conjunto de las empresas ha disminuido desde 2004 del 32,3% al 28%, mientras que el tipo efectivo descendió aún más, hasta un 5,3%, todo ello debido a los cambios introducidos en las bonificaciones y deducciones.

Con todo, las más ventajosas para los millonarios son las Sicav, sociedades compuestas en teoría por 100 o más partícipes que tributan a un 1% por el Impuesto de Sociedades, frente al tipo general del 30%. Su funcionamiento puede levantar ampollas en el contribuyente medio. Y es que si un particular gana un buen sueldo puede pagar hasta un 45% vía IRPF; si un empresario tiene éxito en su negocio productivo abonará entre un 25% y un 30% de lo que gane; pero si una gran fortuna se dedica a invertir en Bolsa a través de las Sicav sólo tributará un 1%

Cuando venden su participación en la Sicav, en todo o en parte, teóricamente deben tributar al 21% como una renta de capital, pero buscaron también un mecanismo de evadir ese pago ya que muchas retiradas de dinero se disfrazaban bajo la fórmula de reducciones de capital con devolución de aportaciones.

“La regulación de las Sicav no tiene ninguna malicia cuando funcionan como un fondo de inversión. Ahora empiezan a no ser equitativas cuando son manejadas por una sola persona, de forma que logra diferir la tributación que debería pagar si fuera un particular”, indica Luis del Amo, gerente del Registro de Economistas y Asesores Fiscales.

El argumento que se dio para esta discriminación cuando se crearon en 1983, en el primer Gobierno de Felipe González (aunque quedaron reguladas definitivamente en 2003 bajo el mandato de José María Aznar), era evitar la fuga de capitales. Es decir, hay que tratar bien a los que más tienen para evitar que se vayan.

“Si eres un deportista de élite es fácil residir y tributar en cualquier lado. Pero si eres un empresario y tienes el núcleo de tu negocio en tu país es mucho más complicado”, precisa Del Amo. En otros países no están de acuerdo con esa filosofía y creen que los efectos de la recesión deben recaer también sobre las espaldas de los poderosos.

Francia acaba de aprobar un impuesto especial que grava las rentas que superen los 500.000 euros; Italia fijará un nuevo impuesto del 3% a los contribuyentes con ingresos superiores a los 300.000 euros anuales; Barack Obama pretende eliminar las exenciones fiscales de las que gozan los que ganan más de 250.000 dólares (unos 180.000 euros) en Estados Unidos; y Reino Unido ha alcanzado un acuerdo con Suiza para que los británicos con cuentas en el país helvético paguen impuestos en el Reino Unido a partir de 2013.

El presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, ha pedido al Gobierno de Silvio Berlusconi que no cargue con más impuestos a los que ganan 4.000 euros al mes y, en su lugar, le propone un impuesto extraordinario del 0,5% sobre los patrimonios de más de 10 millones. Dieciséis de las mayores fortunas de Francia pedían un tributo especial para “preservar un modelo francés y de un entorno europeo de los que nos hemos beneficiado”.

En España, Juan Rosell, presidente de la patronal CEOE, decía recientemente: “No es momento de la queja constante, sino del sacrifico constante”. Pero se refería a los funcionarios.

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11th September
2011
written by FiscalitatJusta

Grandes empresas defraudan el triple que autónomos y ‘pymes’. Las fortunas y grandes corporaciones evaden impuestos por valor de 42.700 millones de euros, un 72 por ciento del total defraudado cada año, según los cálculos del colectivo de técnicos de Hacienda Gestha.

nuevatribuna.es | Actualizado 11 Septiembre 2011 – 13:20 h.
La evasión fiscal de las grandes fortunas, corporaciones empresariales y grandes empresas alcanzó los 42.711 millones de euros en el último año, lo que supone el 71,8 por ciento del importe total de estas bolsas de fraude en España, un porcentaje tres veces superior al correspondiente a pymes y autónomos, según el último Informe sobre lucha contra el fraude fiscal elaborado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda agrupados en GESTHA. El informe se realizó a partir de la última estadística del IRPF correspondiente a 2009, declarado en junio de 2010.
Concretamente, las grandes fortunas, corporaciones y grandes empresas evadieron unos 42.710 millones de euros en impuestos, muy por encima de las cifras relativas a ‘pymes’ y autónomos, cuyo volumen conjunto de fraude rondó los 16.261 millones de euros.A estas cifras hay que sumar la presencia de otros tipos de evasión fiscal de particulares, no empresarios -como son el fraude en las plusvalías, los arrendamientos, las rentas del trabajo o del capital, etc.-, cuyo importe se sitúa en torno a 1.543 millones de euros anuales, lo que arroja una estimación de fraude fiscal total cercana a los 59.515 millones de euros. El fraude fiscal total es prácticamente el doble de los 30.370 millones de euros en que se estima el fraude laboral.

Las grandes empresas, focos de fraude

De este modo, casi las tres cuartas partes de la evasión fiscal de nuestro país se localiza en las 41.582 empresas de mayor tamaño, mientras que las pymes -1.379.961 sociedades que representan el 97 por ciento del tejido empresarial español- tan sólo son responsables del 17 por ciento del fraude fiscal total. Por su parte el colectivo de autónomos, que agrupa a más de tres millones de trabajadores por cuenta propia, aportó únicamente un 8,6 por ciento del fraude en nuestro país a lo largo de este último periodo.

Para el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, “el elevado volumen de fraude de las grandes corporaciones y empresas se sitúa en consonancia con las grandes cantidades de billetes de 500 y 200 euros que se atesoran en nuestro país, el 72 por ciento del efectivo que se mueve en nuestro país”, y afirma que ” la responsabilidad social y la participación de las grandes empresas en el esfuerzo fiscal colectivo para superar la crisis económica debería ser mayor que en la actualidad”.

“A los jubilados se les han congelado las pensiones, los funcionarios han visto recortados sus sueldos, y a todas las familias se les ha subido el IVA e incrementado el IRPF, por lo que si la situación exige nuevos esfuerzos es de justicia que estos se repartan de forma equitativa y proporcional a la dimensión económica de cada uno”, añadió Mollinedo.

Tipo efectivo del Impuesto de Sociedades

En este sentido, el responsable de los Técnicos de Hacienda recordó que aunque el tipo general del Impuesto de Sociedades es del 30 por ciento para las grandes empresas y del 25 por ciento para las ‘pymes’, el tipo efectivo es finalmente inferior para las compañías de mayor tamaño, gracias a sus servicios legales especializados que les permite aprovechar al máximo las ventajas fiscales como la libertad de amortización, las fusiones, las escisiones o las entidades de tenencia de valores extranjeros, fórmulas que no utilizan las ‘pymes’, e incluso, bordeando o pasando los límites legales con subterfugios de evasión fiscal en paraísos fiscales“.Según los últimos datos disponibles, relativos al ejercicio 2008, las microempresas que facturaron entre 6.000 y 60.000 euros tributaron a un tipo efectivo del 23,9 por ciento, mientras que las empresas que ingresaron entre 6 y 12 millones de euros lo hicieron al 21,2 por ciento, dos puntos y medio menos, y las corporaciones empresariales que facturaron más de 180 millones tributaron al 19,5 por ciento, es decir cuatro puntos y medio puntos menos que las microempresas.

Recaudación adicional

Los técnicos de Hacienda vienen proponiendo un conjunto de medidas con el fin de reducir en diez puntos la tasa sumergida en España y acercarnos a la media de la Unión Europea-15, lo que supondría una recaudación adicional de 38.500 millones de euros anuales con los que estabilizar las cuentas públicas.

El colectivo ha instado a la Agencia Tributaria a “realizar un mayor esfuerzo a la hora de detectar y combatir posibles irregularidades entre estas compañías”, ya que “desde hace muchos años se ha puesto la lupa sobre las rentas del trabajo, de los autónomos y de las microempresas en lugar de perseguir las grandes bolsas de fraude”.

Según Gestha, la economía sumergida en España asciende a 245.000 millones de euros, lo que representa el 23,3 por ciento del PIB, diez puntos por encima de la media de otros países de nuestro entorno, como Alemania o Francia.

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